Por qué un asesor financiero

Desde que la última crisis financiera comienza, aproximadamente en Mayo de 2007, la gran mayoría de inversores se han encontrado desorientados.

Casi todos los expertos, coinciden en que vivíamos en un entorno de "marcas" que muchas veces, no conllevaban la profesionalidad que se les podía suponer o exigir.

La quiebra de Lehman Brothers, el escándalo/fraude Madoff, las inesperadas situaciones de algunos fondos inmobiliarios, hasta entonces refugio de muchos inversores con perfiles muy conservadores, han hecho que el inversor medio se cuestionara si realmente estaba bien asesorado.

Por otro lado, el gran peso de la banca en el conjunto del mercado del ahorro, ha llevado en muchas ocasiones a situaciones de intereses contrapuestos entre el "fabricante" del producto de inversión y el "comprador" de ese producto: el cliente.

Un asesor financiero, se debe guiar por un código ético, que propicie la mayor independencia posible entre la multitud de alternativas de inversión y sus clientes. En definitiva, un asesor financiero no es un gestor de fondos de inversión, no es un broker, no es un analista. Es, nada más y nada menos, un asesor de sus clientes y está enfocado a conocer a sus clientes y a recomendarles la distribución de activos más adecuada a su perfil y a seleccionar, después, los instrumentos financieros más adecuados para lograr dicha distribución o asignación de activos.

Y no menos importante, posteriormente debe realizar un seguimiento adecuado y puntual de la cartera de cada cliente, para ir adecuando la misma a cada momento de mercado y a los cambios del perfil del propio cliente.

¿Piensa que un asesor financiero es solo para grandes fortunas? Llámenos y verá que no es así. Datos de contacto